Algo más certero en el extravío anterior al crack-up, resulta el ensayo que a continuación reseño: De la literatura como experiencia anónima del pensamiento, prólogo a la edición española del El espacio literario (M. Blanchot, Paidós, 1.992).
M.Blanchot actualiza el mito órfico. La mirada de Orfeo, que se vuelve para contemplar a su amada Eurídice, por quien ha bajado infierno, lo condena a perderla. Quiere abrzarla justo cuando está prohibido. Esta mirada es el emblema de toda la obra crítica blanchotiana.
En términos figurativo-simbólicos, se lleva a cabo una meditación sobre la experiencia de la literatura que se asemeja a una espiral de paradojas. Espiral, porque el de M.Blanchot es un pensamiento que no deja de estar abierto: primero interioriza las imágenes privilegiadas por su comentario, pero después, el comentario se exterioriza en una sucesión que toma la forma de una filosofía de la literatura.
* El lenguaje es una ausencia que simula una presencia.
* La vida del arte es muerte.
* La obra no es sino desposesión.
* Quien escribe, no puede leerse.
* La exigencia de la obra es impersonal, olvido y traición.
* La inspiración del mundo interior proviene del afuera: la
obra misma es del afuera.
* Fascinada mirada al pasado: oscuridad del TÚ.
* Mantener la muerte apartada, el lenguaje en FALTA: eso es la voz NEUTRA, la voz narrativa.. La literatura lo repite y se repite, hasta hacer de la suspensión del juicio, BIBLIOTECA.
* Tiempo catastrófico el de la literatura: lo dice todo, incluso su
propio fracaso.
* Las armas del superviviente: una constelación sin nombre.